Ante esta situación sería recomendable que los niños pudieran
recuperar la calle como espacio de juego. Las ciudades de hoy en día deben fomentar espacios agradables para que los menores puedan disfrutar del juego al aire libre a la vez que realizan un
ejercicio físico que les ayude a evitar el sedentarismo y la obesidad infantil.
El juego del escondite, los juegos en grupo con objetos como pelotas, figuras geométricas, aros o de otra índole, la cuerda, la goma, el pilla-pilla, campo quemado y, por supuesto, los columpios... no solo son beneficiosos para su socialización, sino que también refuerzan la autoestima, mejoran la psicomotricidad, permiten al pequeño realizar ejercicio y mantienen a los niños en una buena forma física y psicológica.
Lamentablemente las ciudades no suelen disponer de muchos espacios recreativos donde los niños puedan
jugar al aire libre de forma saludable y segura. Sólo los
parques infantiles, suelen cumplir esta función, proporcionando a los niños la posibilidad de jugar con tranquilidad y sin estrés, algo muy importante para su relajación emocional.
El mobiliario urbano de los
nuevos parques infantiles ofrece una gran diversidad de juegos diseñados para el desarrollo físico y emocional de nuestros hijos, siendo una gran motivación para que los más pequeños estén deseosos de terminar sus clases para comer la merienda en el parque infantil más cercano.
El
equipamiento de los parques infantiles actuales es perfecto para que los más pequeños jueguen con la máxima seguridad, gracias a los múltiples elementos
pensados y diseñados especialmente para ellos.
Columpios, balancines, toboganes, juegos de trepa, castillos, casitas, túneles y otros
elementos lúdico-deportivos como las mesas de ping pong, las mesas de ajedrez y las mesas multijuegos de los nuevos parques infantiles son un aliciente para que los menores desarrollen su imaginación, se relacionen y adquieran experiencias diversas con el resto de compañeros.
Los
niños que crecen jugando al aire libre reactivan toda la creatividad que llevan dentro, a la vez que
realizan un ejercicio físico fundamental para combatir el sedentarismo y la obesidad infantil.